El ente
El ente representa la fragilidad del ser humano y de su entorno, especialmente de su entorno natural. La fragilidad es parte de nuestra naturaleza original. A pesar de ello, resulta casi una imposición social el no mostrarnos frágiles en nuestra vida personal y laboral.
No obstante, si no reconocemos a nuestro “yo-frágil” y lo negamos, seremos incapaces de aceptarnos a nosotros mismos en nuestra totalidad. De hecho, sólo podremos mejorar nuestras fortalezas personales si somos conscientes de nuestra fragilidad.
La naturaleza tiene mucho que enseñarnos en este sentido. A pesar del continuo deterioro a la que la sometemos, está habitada por frágiles seres vivos capaces de adaptarse a su hábitat con una habilidad mucho mayor que la de las personas, pudiendo soportar condiciones muy duras y ofrecer resistencia a todo tipo de adversidades e inclemencias climáticas.
El ente es una metáfora de la supervivencia, del ser en el que nos convertiríamos en un futuro, que no es otro que un ser indefenso en la búsqueda constante de protección.