Apocalipsis o resurrección.

 

Esta parece ser la dicotomía ante la que nos sitúa esta inquietante serie fotográfica de Selu Pérez.

Con “No se vende” Selu nos hace conectar con el sentimiento de extrañeza que predomina en estos tiempos distópicos en los que se suceden acontecimientos que hace poco nos hubieran parecido propios de la ficción.

Como ya es habitual en su obra, el autor nos interpela para que no seamos meros consumidores de imágenes y que su trabajo sirva para que nos cuestionemos el mundo en el que estamos viviendo. Selu construye universos a través de la elección de símbolos y nos ofrece una mirada crítica y rebelde sobre la realidad en la que vivimos.

 En esta serie con la repetición de un mismo elemento, las vallas publicitarias vacías y deterioradas, consigue hacernos conectar con un mundo en el que no hay nada que vender. No hay ofertas, ni promociones, ni novedades. Imágenes que nos sitúan frente al vacío que hay detrás del consumo compulsivo a la par que nos invita a reflexionar: ¿Qué es lo que no está en venta? ¿Hay una oportunidad para el ser humano más allá de este capitalismo salvaje? ¿Seguimos teniendo algo que no se puede comprar ni vender?

Cuando el consumismo como forma de vida ha terminado, el vacío que deja nos obliga a reinventar nuestro modo de estar en el mundo. Y es ahí donde se abren puertas a la esperanza, a la resurrección de aquello que sacrificamos cuando fuimos víctimas de vallas, de los mensajes sugerentes y la publicidad engañosa. Cuando queríamos comprar a felicidad a golpe de tarjeta de crédito.

En estos tiempos difíciles tenemos la posibilidad de elegir ser más humanos. No estamos en venta si volvemos nuestra mirada a nuestro ser más esencial. Si miramos más allá de la valla.

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Texto: Pedro Gabo